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Los 4 beneficios que reportan los eventos virtuales a la estrategia de marketing

Más datos y más flexibilidad permiten llegar a los consumidores de un modo distinto 

Por Redacción - 21 Septiembre 2020

Los eventos y las ferias han sido uno de los tradicionales elementos con los que las empresas y las marcas llegan a sus potenciales consumidores. En el entorno B2B son, de hecho, una de las herramientas recurrentes cuando lo que se quiere es transmitir ciertos mensajes y asentar el mercado. No hay más que pensar, por ejemplo, en las innovaciones tecnológicas y cómo las compañías detrás de ellas se las venden a sus potenciales clientes. De por medio, suele haber unos cuantos eventos de marca, congresos y charlas especializadas.

Pero el coronavirus ha tenido un efecto brutal en la organización de eventos y conferencias. Las restricciones a la movilidad de los primeros meses, los límites de aforo establecidos ahora y la reticencia de los consumidores a desplazarse han supuesto serios lastres para la organización de ferias, eventos, conferencias y congresos.

Eso no quiere decir que los marketeros no puedan echar mano de estas herramientas para conectar con sus potenciales consumidores, sino que tienen que cambiar cómo lo hacen y reajustar su actividad. En el caso de poder seguir realizando acciones presenciales, los marketeros deben sacar el mayor provecho posible al stand de su marca y a las actividades que realizan en directo. Si no pueden hacer actividades con presencia física y organizar conferencias tangibles, siempre pueden organizar eventos virtuales.

La tecnología hace que los eventos virtuales sean no solo posibles sino también experiencias muy positivas para sus asistentes. Cada vez es más fácil unirse a uno de ellos, pero además casi poco importa el dispositivo que el usuario tenga en su casa para hacerlo. Desde un smartphone básico, se puede participar en una de estas actividades.

Además de cubrir el hueco que han dejado los eventos físicos, los eventos virtuales han abierto una serie de ventajas para las compañías y para sus equipos de marketing. Los marketeros no deben verlos solo como un parche ante un problema y como una solución a los retos del coronavirus, sino que igualmente deben ser capaces de ver los beneficios que traen consigo y exprimirlos.

Los eventos virtuales abren una nueva fuente de datos

Los eventos presenciales resultan interesantes para los marketeros porque les permite ver en tiempo real el interés de los consumidores y hacer networking y relaciones de calidad. Crean un contexto nuevo y favorable a la marca así como una cierta proximidad con el consumidor.

Cierto es que los eventos virtuales no pueden replicar todos estos puntos, pero ofrecen otras cuestiones para compensar. Así, son una fuente de datos muy completa, que ayuda a comprender mucho mejor a los consumidores y que suele generar leads de calidad.

Sobre los leads, el consumidor debe registrarse y seguir ciertos pasos para acceder al evento. Debe estar interesado de verdad en lo que le van a vender o contar, para cumplir con todos los pasos previos y acceder al contenido. No es el único dato valioso. Los eventos virtuales abren la puerta a procesar mucha otra información, como por ejemplo siguiendo cuándo los asistentes dejan de prestar atención o cierran la sesión. Sabes así qué les interesa de verdad y qué les ha aburrido rápidamente.

Poco importan la geografía y los horarios: todos pueden participar en ellos

Cualquiera que viva fuera de las grandes ciudades sabe que los eventos de marcas suelen estar centrados en ellas. Si estás fuera de esos epicentros, debes moverte, lo que no siempre te interesa o te conviene (y con lo que las compañías están perdiendo oportunidades de llegar a públicos con potencial interés en sus productos). Con los eventos virtuales, poco importa dónde esté tu consumidor. Todos están en igualdad de condiciones ante el evento.

Y no solo eso: el contenido también está menos atado a los problemas de agenda de los participantes. Las horas son mucho más flexibles.

¡Recicla, recicla

Esta flexibilidad de las horas y el acceso está marcada por otra realidad que abren este tipo de eventos. Abren la puerta a permitir que el consumidor pueda acceder a ellos bajo demanda y cuando más le convenga. La experiencia no es exactamente la misma (no puedes hacer preguntas en directo, cierto), pero ayuda a crear una biblioteca de contenido que siempre llegará a quienes le interese.

Igualmente, los eventos virtuales abren más puertas en términos de marketing de contenidos. Puedes reciclarlos no solo abriendo una suerte de espacio VoD de tu marca, sino también sacando de ellos otros contenidos derivados, como pueden ser píldoras de información para redes sociales.

Dirige a tu público a dónde te interesa en el momento exacto

Y, como todo lo de internet, los eventos virtuales abren la mano del hipervínculo. En un evento físico o en una conferencia puedes emplazar a tus asistentes a que accedan a este o a aquel recurso cuando todo termine, pero por muy fácil que lo pongas es más fácil que se olviden y no lo hagan. En uno virtual es tan fácil como añadir un link y las probabilidades de que se haga clic suben.

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