Por Redacción - 2 Septiembre 2025
Así es. La integración de la inteligencia artificial está redefiniendo los pilares fundamentales del diseño de packaging, transformando lo que antes era un proceso predominantemente manual y artístico en una disciplina que combina la intuición creativa con el análisis de datos a gran escala.
Durante el pasado año 2024, el mercado global del diseño de packaging impulsado por inteligencia artificial alcanzó un valor cercano a los 2.917 millones de dólares. Las proyecciones indican que esta cifra crecerá de manera sostenida durante la próxima década hasta llegar a los 8.433 millones de dólares en 2034, con una tasa compuesta anual (CAGR) estimada en 11,2 %, según datos de Market.us y Market.us Scoop. Si se amplía el enfoque hacia el mercado de la IA aplicada al packaging en general, más allá del diseño, el valor estimado en 2024 fue de 2,52 mil millones de dólares, con perspectivas de escalar hasta los 6,89 mil millones en 2032. Este segmento muestra un crecimiento más acelerado, con un CAGR del 13,5 %, de acuerdo con Fortune Business Insights. Por su parte, los análisis centrados en el área del packaging inteligente sitúan el mercado en 2,4 mil millones de dólares en 2024. De mantenerse la tendencia actual, alcanzará los 6,2 mil millones en 2034, con un crecimiento anual compuesto del 10,1 %, según Global Market Insights Inc.
Esto hace más que evidente el hecho de que la IA ha dejado de ser una simple herramienta de apoyo para convertirse en un colaborador esencial, capaz de procesar y sintetizar vastos volúmenes de información sobre tendencias de consumo, preferencias estéticas y la funcionalidad del producto. Este enfoque híbrido permite a los diseñadores explorar un abanico de posibilidades creativas que hasta hace poco eran inalcanzables, generando soluciones de embalaje que no solo son visualmente atractivas, sino también altamente eficientes, sostenibles y, sobre todo, profundamente resonantes con el público objetivo.

La personalización masiva es uno de los campos donde la inteligencia artificial despliega su máximo potencial, transformando el concepto de envase en una experiencia única y singular para cada persona. Al analizar patrones de compra, preferencias de consumo y la actividad en redes sociales, los algoritmos de IA pueden generar diseños de packaging que se adaptan de manera individual a cada segmento de cliente o, incluso, a cada consumidor. Este nivel de personalización no solo refuerza la lealtad de marca, sino que también convierte cada producto en una pieza de colección. Un estudio reciente de Deloitte revela que el 80% de los consumidores están más dispuestos a comprar de una marca que ofrece experiencias personalizadas. Marcas como Coca-Cola han utilizado IA para crear millones de etiquetas con diseños únicos, lo que ha generado un vínculo emocional con los consumidores al ofrecerles algo que sienten como hecho exclusivamente para ellos.
La IA funciona como una herramienta de experimentación que permite a los diseñadores explorar un abanico de posibilidades conceptuales de manera más rápida y eficiente.
A través de algoritmos de aprendizaje automático y redes neuronales generativas, la IA puede procesar enormes volúmenes de información, desde tendencias de consumo y preferencias estéticas hasta la resistencia de materiales y la optimización de formas.

En 2024, la inteligencia artificial generativa se consolidó como la principal tendencia en el mercado, alcanzando una participación del 37,2 %. Su aplicación permitió reducir de semanas a tan solo minutos el tiempo necesario para generar múltiples variaciones de diseño, además de optimizar el uso de materiales y fomentar prácticas más sostenibles, según datos de Grand View Research. Dentro de los sectores que más se beneficiaron de esta innovación destaca el de alimentos y bebidas, donde la IA impulsa una mayor personalización, refuerza la experiencia de “unboxing” y favorece la sostenibilidad. Un ejemplo claro de ello es el lanzamiento de Coca-Cola 3000 Zero Sugar, un producto co-diseñado con inteligencia artificial. El ámbito de la salud y la industria farmacéutica también muestran un crecimiento significativo, impulsado por la necesidad de reforzar la seguridad, garantizar la autenticidad de los productos, prevenir la falsificación y mejorar el control de calidad mediante procesos automatizados que incluso integran tecnologías como IoT y blockchain.
Más allá de estos sectores, la adopción de la IA en el diseño de envases ha dado lugar a avances notables como el etiquetado dinámico, el desarrollo de envases inteligentes con realidad aumentada, la personalización masiva y la automatización tanto en la producción como en la logística.
De acuerdo con datos de Gitnux, el sector del packaging muestra una rápida adopción de la inteligencia artificial. Se estima que para 2025, el 65 % de las empresas incrementará su uso, mientras que para 2027 los robots autónomos podrían asumir hasta la mitad de las tareas de empaquetado. Esta transformación tecnológica no solo agiliza procesos, sino que también se traduce en un retorno de inversión un 30 % superior al de los métodos tradicionales, acompañado de una reducción de costos laborales cercana al 25 % y un ahorro del 35 % en los procesos de producción. Además, muchas compañías reportan que los beneficios en términos de ROI se hacen evidentes en menos de un año tras implementar soluciones basadas en IA.
Generación de conceptos y prototipos virtuales
Una de las aplicaciones más significativas de la IA es su habilidad para generar conceptos de packaging desde cero. Un diseñador puede alimentar un modelo de IA con parámetros específicos, como el tipo de producto, el público objetivo, y un estilo visual deseado. La IA, basándose en su vasto conocimiento de miles de diseños existentes y patrones de éxito, puede crear instantáneamente cientos de variaciones de diseño, incluyendo formas, texturas, colores y tipografías. Esto no solo acelera la fase de lluvia de ideas, sino que también introduce soluciones innovadoras.
Por ejemplo, algunas empresas han utilizado IA para reducir el tiempo de diseño de nuevos envases flexibles en un 30%, permitiendo a sus clientes lanzar productos al mercado con mayor rapidez. Además, la IA puede generar prototipos virtuales en 3D, lo que permite a los diseñadores visualizar cómo se verá el envase en un estante de tienda o cómo se sentirá en las manos del consumidor, todo sin la necesidad de crear prototipos físicos costosos, lo que puede suponer un ahorro de hasta un 40% en los costes de prototipado, según un estudio de la consultora McKinsey & Company.

Más allá del ámbito creativo, la IA está reformando la eficiencia del diseño al optimizar la elección de materiales y la estructura del envase.
Los algoritmos pueden simular miles de diseños en cuestión de segundos, evaluando variables como la resistencia, el peso, el coste y el impacto ambiental. Por ejemplo, una empresa de bienes de consumo envasados, Unilever, informó que el uso de IA en su proceso de diseño les permitió reducir el peso de sus envases en un 15%, lo que se tradujo en una disminución significativa de los costes de transporte y de su huella de carbono. Además, los sistemas de visión artificial y el aprendizaje automático permiten una detección de defectos en tiempo real en las líneas de producción, garantizando una calidad superior y reduciendo el desperdicio de envases. Según datos de la Asociación de la Industria del Embalaje, el uso de IA en el control de calidad ha llevado a una reducción de los productos defectuosos de hasta un 50%.

El compromiso con la sostenibilidad se ve especialmente potenciado por el uso de la IA en el diseño de packaging.
La tecnología facilita el ecodiseño, ayudando a los ingenieros a seleccionar materiales que tienen una menor huella de carbono y a desarrollar soluciones más fáciles de reciclar. Los algoritmos pueden simular el ciclo de vida completo de un envase, desde la producción hasta su post-consumo, permitiendo identificar puntos de mejora para reducir el impacto ambiental en cada fase. Esta capacidad predictiva no solo beneficia al planeta, sino que también se alinea con la creciente conciencia ecológica de los consumidores, quienes prefieren marcas que demuestran un compromiso genuino con la protección del medio ambiente.
La IA también permite la creación de prototipos virtuales, reduciendo la necesidad de maquetas físicas y agilizando el proceso de diseño y validación. Esto se traduce en una mayor rapidez para lanzar productos al mercado y en la posibilidad de realizar pruebas A/B automatizadas, asegurando que el diseño final tendrá la mejor aceptación entre los consumidores antes de pasar a la producción en masa.












