Por Redacción - 7 Agosto 2025

La autoridad británica encargada de regular la publicidad, la Advertising Standards Authority (ASA), ha dictaminado la prohibición de dos campañas publicitarias de Zara, la conocida firma de moda española. Esta decisión, con resonancia en toda la industria, se fundamenta en la crítica de que las imágenes presentaban modelos con una delgadez que se consideró "socialmente irresponsable", promoviendo así estándares corporales potencialmente perjudiciales para la salud. La medida se suma a un creciente escrutinio global sobre cómo la moda representa el cuerpo humano, un debate que se intensifica a medida que la conciencia social sobre la salud mental y la imagen corporal cobra mayor relevancia en la conversación pública.

El foco del debate se centró en dos fotografías específicas, publicadas originalmente en mayo. Una de ellas mostraba a una modelo con una camisa blanca de gran tamaño, donde el diseño de la prenda, según la ASA, acentuaba de manera notable una "clavícula prominente". En la segunda imagen, una modelo vestía un vestido blanco corto, cuyo físico fue descrito como "demacrado" por el mismo organismo, una percepción que también se atribuía al estilo de la prenda. La ASA no se detuvo ahí; su análisis técnico de las imágenes señaló que se había utilizado un efecto de sombra para que una de las piernas de la modelo pareciera "notablemente delgada", mientras que la posición de sus brazos y codos creaba una ilusión de desproporción corporal, elementos que, en conjunto, contribuyeron a la decisión final de prohibir los anuncios.

La respuesta de Zara a la queja fue inmediata y, según la propia empresa, se procedió a modificar el listado de productos y retirar las imágenes cuestionadas. Sin embargo, la firma también defendió su postura, afirmando que las modelos en cuestión contaban con certificados médicos que corroboraban su buen estado de salud. La empresa de moda destacó que las fotografías no habían sido alteradas más allá de los retoques habituales de iluminación y color. Un portavoz de Zara en el Reino Unido manifestó su compromiso con la toma de decisiones responsables, mencionando que la compañía sigue "estrictas directrices y controles en la selección y fotografía de modelos, así como en la selección de imágenes". A pesar de la contundencia de la sanción sobre las dos campañas, es importante mencionar que la ASA investigó otros dos anuncios de la misma marca que finalmente no fueron objeto de prohibición.

Este caso, lejos de ser un incidente aislado, se inscribe en una tendencia más amplia de regulación publicitaria que pone el foco en la representación de la imagen corporal. En el pasado reciente, otras grandes marcas del comercio minorista en el Reino Unido también se han visto afectadas por decisiones similares.

En julio, la ASA prohibió un anuncio de Marks & Spencer por mostrar a una modelo con una delgadez que se consideró "enfermiza", una percepción agravada por la ropa y el ángulo de la cámara. Un poco antes, a principios de este mismo año, la firma Next también vio cómo uno de sus anuncios era prohibido. En aquel caso, el organismo regulador dictaminó que una campaña de vaqueros pitillo azules era "irresponsable" por enfatizar la extrema delgadez de las piernas de la modelo mediante ángulos de cámara específicos, a lo que la marca respondió defendiendo el físico "sano y tonificado" de su modelo, aunque no logró revertir la decisión. Estos casos sucesivos demuestran una clara evolución en las expectativas sociales y regulatorias sobre el sector de la moda, que ahora se ve obligado a ponderar con mayor cuidado el impacto de sus representaciones visuales en un público cada vez más consciente.

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