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Messi enfrenta una demanda en EE.UU. por publicidad engañosa en su bebidas deportivas

La encrucijada legal de un icono global: la autenticidad de lionel messi bajo el microscopio judicial

Por Redacción - 14 Octubre 2025

El cruce de caminos entre la mercadotecnia de celebridades y la ley de protección al consumidor ha generado un litigio de alto voltaje en el sector de las bebidas de rehidratación, poniendo bajo lupa la figura de Lionel Messi, uno de los deportistas más reconocidos del planeta.

El astro argentino, a través de su asociación con la bebida Mas+ by Messi, se encuentra inmerso en una compleja disputa legal con Prime Hydration, una marca que capitaliza su popularidad gracias a sus fundadores, los influencers Logan Paul y KSI. Lo que inicialmente podría interpretarse como una simple contienda por la cuota de mercado entre productos con diseños visualmente parecidos, se ha transformado en un profundo debate sobre la veracidad y la ética en la publicidad de los productos avalados por figuras públicas, llegando hasta los tribunales federales de Florida en el actual mes de octubre de 2025.

El pulso inicial y la guerra fría del diseño

El conflicto se gestó con el lanzamiento de Mas+ by Messi, un producto que irrumpió en el mercado con una estética de botella que, según Prime, guarda una semejanza excesiva con su propia línea de hidratación. Esta similitud desató una andanada de acusaciones mutuas. Por un lado, el equipo legal de Mas+ —con el respaldo del conglomerado Mark Anthony Group— tomó la ofensiva, acusando a Prime de supuestos actos de competencia desleal y de ejercer presión indebida sobre distribuidores y minoristas, buscando obstaculizar la difusión del nuevo contendiente en las estanterías.

Esta acción legal inicial buscaba definir los límites de la propiedad intelectual en el diseño de envases, una cuestión que, aunque técnica, es vital para evitar la confusión del consumidor en un mercado saturado de opciones. Prime, por su parte, se defendió con la firmeza de quien percibe una violación directa de su imagen de marca, alegando que la similitud de los packagings podía inducir al error a la clientela, un argumento que siempre se sostiene en la protección de sus derechos de propiedad registrada.

El escrutinio de la autenticidad publicitaria

Sin embargo, la pugna ascendió a una esfera mucho más personal y delicada cuando Prime Hydration dirigió su foco directamente hacia el grado de implicación del propio Lionel Messi en la concepción de su bebida. La demanda presentada por Prime a la justicia estadounidense no se limita a cuestiones de diseño o competencia; se centra en la veracidad de la campaña publicitaria de Mas+. Los materiales promocionales de Mas+ han insistido repetidamente en una narrativa de autoría y genuina implicación, con lemas que sugieren que Messi "se puso manos a la obra para crear una bebida propia" y que su participación abarcó "el proceso completo" del desarrollo del producto. Esta idealización de la figura del fundador, presentándolo como el creador meticuloso y dedicado, es la piedra angular del marketing de autenticidad que busca conectar emocionalmente con el público. Prime, en su litigio, argumenta que esta descripción es demostrablemente falsa y constituye publicidad engañosa, un fraude al consumidor que confía en que la celebridad ha puesto su sello personal y su esfuerzo real en lo que promociona.

Las declaraciones juradas como prueba crucial del distanciamiento

La pieza central de la artillería legal de Prime es, irónicamente, la propia declaración jurada de Lionel Messi, emitida como parte de una documentación previa en el litigio pendiente sobre la propiedad intelectual del packaging. En este documento judicial, el futbolista ofreció una versión de los hechos que choca frontalmente con la épica fundacional que su marca ha vendido. Messi admitió que el diseño del envase de Mas+ fue concebido por Mark Anthony Group antes de que él se involucrara activamente y que el proceso de perfeccionamiento posterior solo incluyó sugerencias de su equipo relativas a la explotación de su nombre, su imagen y sus preferencias, no al diseño estructural del producto en sí mismo. Las grabaciones judiciales, incluyendo un documento fechado en septiembre de 2025, especifican que el deportista "no diseñó ni contribuyó de forma alguna al diseño de la apariencia visual de los productos Mas+ by Messi", y que el primer contacto que tuvo con el packaging fue cuando este ya estaba terminado, a finales de 2023.

Este contraste entre la promoción pública, que dibuja a un Messi meticuloso diseñador de su propia bebida, y la realidad legal, que lo sitúa como un licenciante de su imagen con una participación limitada, constituye el núcleo de la acusación de publicidad falsa. La pregunta que los tribunales deberán resolver trasciende la indemnización monetaria: ¿hasta qué punto puede una celebridad delegar la creación de un producto sin que ello socave la promesa de autenticidad hecha al consumidor? El caso sienta un precedente significativo sobre la transparencia requerida a los iconos globales al prestar su credibilidad a proyectos empresariales. El riesgo reputacional para la marca Messi es tan considerable como las consecuencias legales para la empresa, pues la credibilidad, una vez perdida, es notoriamente difícil de recuperar en la esfera pública. Los abogados de Prime sostienen que, sabiendo que estas narrativas eran falsas, los responsables de Mas+ continuaron promulgándolas, lo que agrava la percepción de mala fe.

El factor humano y el futuro de las marcas personales

La tensión que se vive en los despachos de abogados refleja una tendencia más amplia en la economía de la atención, donde las marcas personales se han convertido en activos de valor incalculable. La gente ya no compra solo un producto; compra una conexión con la historia que hay detrás. En este contexto, la autenticidad que se atribuye a un fundador o a un colaborador famoso es un factor determinante para el éxito comercial. La revelación de que la participación de Messi fue principalmente testimonial o de licencia, más que creativa o fundacional, podría erosionar la confianza del consumidor que buscaba en Mas+ un reflejo genuino de los estándares del deportista.

Esta batalla legal es una demostración palpable de cómo la influencia de los medios sociales y la celebridad ha colisionado con las rígidas normas de la ley de publicidad. Cuando la narrativa de marca se construye sobre la base de la autoría personal de una superestrella, cualquier evidencia que demuestre lo contrario se convierte en una vulnerabilidad legal. Las futuras sentencias no solo afectarán las ventas de bebidas energéticas, sino que también redefinirán los parámetros legales bajo los cuales las celebridades deben operar al prestar su imagen. Es el dilema del siglo XXI: mantener la ilusión de la autoría personal mientras se opera a la escala de una corporación global.

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