Opinión Estrategia

Marketing del comercio asiático: del todo a 100 al low-cost-fashion

Pedro es un emprendedor vocacional, apasionado por la consultoría “práctica”...

La capacidad de adaptación al medio constituye la garantía más segura de supervivencia y en ella se basa el desarrollo de la vida y el "Asian Retail"”ha protagonizado un claro ejemplo de adaptación, de cambio y de cómo es posible navegar entre adversidad y salir fortalecido creando circunstancias y realidades y es que en los últimos meses las capitales provinciales están asistiendo a un cambio de fórmula de comercio asiático. Una nueva era ha comenzado para ellos lejos de los tradicionalmente conocidos como bazares "todo a 100"”y por tanto, el fenómeno merece una reflexión.

En primer lugar destacar su indudable vocación de trabajo incansable y constante (más o menos profesional), exactamente igual que años atrás lo hacían nuestros abuelos comerciantes y dependientes españoles que llegaban a dormir detrás del mostrador con el fin de aprovechar el tiempo al máximo y perder el mínimo tiempo. Hacían de la tienda un refugio que defendían con esfuerzo, ilusión y perseverancia. Al igual que algunas de aquellas viejas tiendas, el comercio asiático ha evolucionado su paradigma comercial (que también se podría convertir en su tumba) y ha iniciado una nueva etapa.En estos momentos podrías confundir a muchas de estas tiendas paseando por el centro de Valencia, Logroño o Madrid con nuevas franquicias de moda moderna y económica, por su forma de gestionar el merchandising y la ambientación, informatización, software, TPV, cartelería y demás aspectos aún por llegar en muchos otros que oyen pero no escuchan. Esta nueva especie de "low-cost-asian-fashion" (gerenciados por chinos total o parcialmente) adquiere nombres comerciales modernos, atienden con esmero y dedicación y están incluyendo servicios como pago con tarjeta o gestión a través de TPV. Pasen y vean. Los clientes se encuentran con tiendas sin barreras, abiertas e iluminadas. A pesar del momento, aquí la amabilidad y la sonrisa no ha echado el cierre.No nos equivoquemos. Más de un cuarto de las importaciones españolas de textil y confección provienen de China, que ha pasado a ser el primer proveedor del mercado nacional. Nuestra tienda de toda la vida está plagada de estos productos y las mejores franquicias y cadenas hace años que externalizan producción o compran directamente en el país asiático. La única diferencia es que que ahora también se está "asiatizando" la cara del que lo vende. No es para alarmarse, se trata de tomar nota y seguir adelante, no de negar la evidencia y pensar en nuevas trabas. No estamos hablando de fortalecer o apoyar a bazares, porque estos empresarios tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones, sino de tomar buena nota de cómo las circunstancias propician la capacidad de aprendizaje, superación y mejora.La realidad manda. Según la Asociación de Comerciantes Chinos en España (ACCE) el 3% de los chinos residentes en España regenta un comercio textil, que viene a dar empleo a una media de cinco o seis trabajadores en el punto de venta y cada vez se integran más en asociaciones empresariales que ven en ellos una fuente de nuevos asociados. Es más, el chino fue el único colectivo inmigrante de nuestro país que en 2009 registró un crecimiento positivo en número de emprendedores y empleo creado. Es casi imposible verlos en la cola del paro o esperando ser seleccionados de madrugada para recoger fruta de temporada. No generan este tipo de carga social, más bien permanecen unidos y crean sus propios negocios con esfuerzo, ilusión y dedicación. ¿Acaso no es esto lo que siempre han hecho las familias emprendedoras?

Pedro es un emprendedor vocacional, apasionado por la consultoría “práctica”...
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