
¿Hasta qué punto influye la inteligencia artificial en la elección de destinos turísticos y vacacionales?
Por Redacción - 2 Junio 2025
La inteligencia artificial ha catalizado una transformación radical en la industria del turismo, moldeando los hábitos de viaje y las expectativas de los consumidores de maneras que apenas comenzábamos a vislumbrar hace unos años. Herramientas de IA conversacional como Gemini o ChatGPT y otros asistentes virtuales integrados en buscadores ya no son meras curiosidades tecnológicas; se han convertido en asesores de viaje imprescindibles para millones de personas.
El mercado global de la inteligencia artificial en el sector turístico, valorado en aproximadamente 3.370 millones de dólares en 2024, se proyecta que alcanzará los 13.380 millones hacia el año 2030, impulsado por una tasa de crecimiento anual compuesta del 28,7%, lo que evidencia su creciente impacto y nivel de adopción. Esta expansión tiene un correlato directo en el comportamiento del consumidor: en la región de Asia-Pacífico, el 60% de los viajeros ya utilizan herramientas basadas en IA para investigar y reservar sus destinos, priorizando la optimización del tiempo y el acceso a ofertas personalizadas.
La IA no elige destinos al azar; se basa en datos estructurados, contenidos bien elaborados y fuentes fiables
Esta nueva realidad no solo redefine la experiencia del viajero, sino que impone una revisión profunda de las estrategias de marketing turístico. Las marcas, destinos y agencias deben entender que la IA no elige destinos al azar; se basa en datos estructurados, contenidos bien elaborados y fuentes fiables. Se estima que las empresas que implementan sistemas de gestión de ingresos basados en IA pueden ver un aumento de hasta el 10% en sus ingresos, gracias a la optimización de precios y la predicción de la demanda.

Esta lógica de funcionamiento abre un abanico de posibilidades para que los destinos turísticos, agencias y marcas puedan posicionarse estratégicamente en el proceso de toma de decisiones de los viajeros. Al interpretar grandes volúmenes de información, la IA está en condiciones de ofrecer respuestas precisas a todo tipo de dudas, consultas o necesidades, desde las más generales —como recomendaciones por temporada o tipo de viaje— hasta las más específicas, como itinerarios personalizados, accesibilidad o sostenibilidad local. En este sentido, cuanto más claro, coherente y accesible sea el contenido que un destino ofrece en su ecosistema digital, mayores serán las probabilidades de que las herramientas basadas en inteligencia artificial lo consideren relevante y lo incluyan en sus recomendaciones automatizadas.
Asimismo, la IA conversacional está gestionando aproximadamente el 80% de las interacciones de servicio al cliente en la industria del turismo, lo que reduce los tiempos de espera hasta en un 50% y mejora significativamente la satisfacción del cliente. Esto subraya la urgencia de repensar la generación y distribución de información, no solo para atraer a humanos, sino para ser relevantes para los algoritmos que la consumen y replican. Los destinos que no posean una presencia digital clara, actualizada y estructurada corren el riesgo de quedar excluidos de las conversaciones críticas que se desarrollan entre usuarios y asistentes inteligentes.
Adaptar los contenidos para que los sistemas inteligentes los seleccionen como respuestas relevantes
Además, la inteligencia artificial tiene la capacidad de catapultar a la visibilidad a lugares que tradicionalmente eran secundarios en el radar turístico. La IA puede analizar datos de tendencias y preferencias para identificar y recomendar destinos menos conocidos que se alineen con los intereses específicos de los viajeros, lo que podría generar un reordenamiento de los flujos turísticos a nivel global. Para capitalizar esta tendencia, los profesionales del marketing deben adaptar sus contenidos, no solo para seducir a las personas, sino también para que los sistemas inteligentes los seleccionen como respuestas relevantes. Esto implica trabajar con datos enriquecidos, integrar lenguaje natural conversacional en sus plataformas y mantenerse activos en canales que las IA reconocen como fuentes de autoridad, como medios especializados, redes sociales verificadas y, de manera crucial, las reseñas de usuarios reales. La segmentación de clientes basada en IA, por ejemplo, puede aumentar las tasas de conversión de las agencias de viajes hasta en un 30%, al permitir campañas de marketing mucho más personalizadas y efectivas.

La adaptación no se limita al contenido; también implica una transformación en los sistemas de medición. Las métricas tradicionales, como los clics o las visitas a la web, ya no son suficientes para evaluar la eficacia de una campaña. En este nuevo escenario, es fundamental analizar cómo y dónde aparece una marca en las respuestas generadas por IA, qué tipo de preguntas activa su mención y en qué contexto se posiciona frente a otros competidores.
Las campañas turísticas más efectivas no serán necesariamente aquellas con mayor visibilidad en los motores de búsqueda tradicionales, sino las que logren posicionarse de forma consistente en las conversaciones automatizadas entre usuarios y sistemas inteligentes por lo que la integración estratégica de la inteligencia artificial se ha convertido en una necesidad ineludible para cualquier actor que aspire a mantener o ampliar su relevancia en un entorno en permanente transformación.

