Por Redacción - 24 Noviembre 2017
"Parece del Mundo Today", decía una consumidora cuando leía en un medio una noticia sobre cómo España podría empezar a celebrar Acción de Gracias. Lo cierto es que así, a bote pronto, la cuestión sí tiene un cierto tono risible. Acción de Gracias es una suerte de celebración estadounidense por autonomasia (aunque Canadá también tiene la suya y se celebra algo así como un mes antes) y parece imposible encontrar una excusa para hacer que la fiesta salte de sus fronteras y se convierta en una excusa para el consumo en otras latitudes.
Sin embargo, no hay que olvidar que hace poco más de una década con Halloween (algunas estimaciones señalan que entre 2012 y 2016 se ha duplicado el gasto en España asociado a esta fecha) o lo que ocurrió unas cuantas décadas atrás con San Valentín (que también se importó de EEUU). Es probable que todas estas fiestas importadas se hayan adornado con alguna tradición o vínculo local, pero no dejan de ser incorporaciones por contagio.
"Con Acción de Gracias va a pasar lo mismo que con Halloween, y si no al tiempo. Van a empezar a investigar, descubrirán una festividad similar y la asimilaremos. El poder de la cultura yanki es apabullante", respondía otra consumidora en el mismo hilo en el que la primera señalaba lo raro de la incorporación.
Por supuesto, los artículos que empiezan a vincular el día de Acción de Gracias y España ya han aparecido. En uno publicado en ABC, por ejemplo, señalan que hay historiadores que creen que los españoles hicieron comidas similares a las de los ingleses de Plymouth con los habitantes de Florida antes de que estos lo hicieran (1565 y 1598 contra 1621). Y es solo un ejemplo entre otros.
Por qué querrían importar la fiesta
Para los medios online, hablar de Acción de Gracias ayuda a generar contenidos sobre un tema que - por contagio - tendrá tirón en la jornada (alguien estará buscando Acción de Gracias en su buscador) y esa es al final la razón de que, si ahora mismo se busca en Google noticias de Acción de Gracias y España, se encuentren resultados.
Pero, además, también muestra una tendencia de interés: Acción de Gracias no es solo lo que ocurre en aquel capítulo de la serie de turno, sino también una potencial nueva excusa para cenar fuera (y así, por cierto, empezó la moda de Halloween: el sector del ocio empezó haciendo fiestas).
Madrid y Barcelona ya tienen cenas de Acción de Gracias en varios restaurantes por cantidades diferentes. No todas esas cenas y no todos esos restaurantes están ligados necesariamente a la tradición estadounidense. Como recuerdan en el artículo de Expansión en el que hacen el listado, sí es cierto que algunos de estos eventos están ligados a la comunidad de expatriados pero, para otros, "cualquier excusa es buena para apuntarse a una nueva fiesta". En alguna de estas ofertas, de hecho, el día se celebra con una versión del cochinillo. La lista además parece ir haciéndose más variada si se compara con la de años anteriores de restaurantes que celebraban la jornada.
A medida que se vayan incorporando lugares más allá de Madrid y Barcelona, que suelen ser las ciudades en las que arrancan las tendencias, se verá más firmemente asentada la moda.
¿Está por tanto Acción de Gracias en ese momento previo en el que se empieza a importar y en el que se usan unas cuantas pinceladas de marketing y posicionamiento para crear una nueva oportunidad de consumo? Quizás para responder a esa pregunta no nos quede más remedio que emplazarnos de aquí a unos años. En Reino Unido, por cierto, ya han empezado a aparecer en los supermercados y en los medios en las recomendaciones de recetas.
