
BMW vuelve a demostrar el potencial del Concept Car como herramienta de marketing y ventas para clientes exclusivos
Por Redacción - 26 Mayo 2025
Recientemente, explorábamos cómo el marketing de concepto se ha vuelto una estrategia clave para empresas y marcas. Todo ello ante un mercado saturado donde la atención del consumidor es difícil de captar más allá de las ofertas tradicionales. Sin embargo, tácticas innovadoras como el marketing de concepto y los prototipos de productos de marca están siendo cada vez más utilizadas por las marcas de forma realmente efectiva.
Los "concept cars" rara vez son motores de venta directos en el sentido tradicional, ya que su objetivo principal no es la producción en masa ni la venta inmediata. Aunque no se venden directamente, los concept cars sirven como barómetro para medir la reacción del público y la prensa ante nuevas ideas. Son una declaración de intenciones de una marca. Presentan innovaciones tecnológicas, diseños futuristas y visiones de lo que está por venir. Esto crea un gran revuelo mediático y genera un sentimiento de anticipación y deseo entre los consumidores. Esta exclusividad añade un aura de prestigio y aspiración a la marca. Los consumidores asocian la marca con lo "especial" y lo "avanzado", lo que puede aumentar su deseo de poseer un vehículo de esa marca, incluso si es un modelo más convencional.

Sin embargo, BMW ha desvelado una vez más, una faceta estratégica de su negocio en el prestigioso Concorso d'Eleganza Villa d'Este, transformando la exhibición de prototipos en una herramienta de marketing directo para su clientela más exclusiva. Este evento, que congrega a una élite económica y apasionada por el automovilismo a orillas del lago de Como, se ha convertido en el escenario ideal para el debut de sus concept cars, no solo como ejercicios de diseño, sino como avanzadas tácticas de preventa. La marca bávara ha comprendido el poder de la escasez y la exclusividad, capitalizando el deseo de posesión de piezas únicas que, además, prometen una revalorización en el mercado secundario.

La estrategia se ejemplifica con el BMW Concept Speedtop, la más reciente joya presentada por la firma. Este prototipo, lejos de ser un mero ejercicio conceptual, es la antesala de una producción ultra limitada.

La decisión de fabricar 70 unidades, una cifra ligeramente superior a las 50 del exitoso BMW Concept Skytop del año anterior, subraya la rápida absorción por parte de un mercado sediento de vehículos singulares. Aunque el precio se mantiene en una estimación por encima del medio millón de euros, el atractivo no reside solo en la cifra, sino en la promesa de una inversión que, para muchos, se traduce en una rápida apreciación. La marca no solo vende un coche, sino un activo que fusiona lujo, diseño y potencial financiero.
El Concept Speedtop materializa la visión de Adrian van Hooydonk, director de Diseño de BMW Group, quien lo define por su perfil singular y su capacidad para establecer un "antes y un después" en la gama, especialmente para los modelos Touring. A pesar de la denominación, este biplaza evoca la artesanía y el lujo en cada detalle.

Desde el degradado de color en el techo hasta la colaboración con el taller de Dingolfing y el reconocido fabricante italiano Schedoni para los acabados interiores en cuero, cada elemento ha sido meticulosamente concebido. Esta atención al detalle no solo eleva la experiencia de propiedad, sino que también refuerza la imagen de marca de BMW como un referente en el segmento de lujo y la personalización extrema, utilizando el vehículo de concepto como un señuelo de marketing que estimula el deseo de exclusividad antes incluso de su fabricación.

