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¿Qué tener en cuenta para crear marketing de contenidos en el internet de las cosas?

Las empresas tendrán que ofrecer contenidos relevantes en los contextos oportunos.

Por Redacción - 9 Julio 2015

El internet de las cosas se está convirtiendo en una realidad cada vez más ubicua. Para muchos, los dispositivos conectados no son ya el futuro de la red sino más bien el presente y la realidad está más marcada que nunca por lo que estos terminales permitirán hacer. El hogar estará lleno de dispositivos conectados a la red que lograrán llenar al consumidor con más información y las marcas tendrán más oportunidades que nunca para intentar convencer al comprador de las bondades de sus productos. Los dispositivos conectados crearán además muchas más necesidades que nunca en lo que a contenidos se refiere y las marcas tendrán que esforzarse por cumplir con las expectativas de unos consumidores que esperarán que estén siempre ahí, dispuestas a conectarse a ellos y a responder a sus necesidades.

Al mismo tiempo, las empresas están apostando cada vez más por los contenidos en sus estrategias de posicionamiento, ya que los consumidores les están demostrando que valoran y aprecian que se los ofrezcan. Los contenidos son un punto añadido, un servicio a mayores que ofrecen a sus consumidores y una mejora en su relación con ellos. Los consumidores esperan, además, que las empresas "se trabajen" cada vez en mayor grado este segmento y que los contenidos los esperen en todos los soportes y en todos los puntos en los que se pueden relacionar con ellos.

Por lo tanto, el internet de las cosas está creando un nuevo espacio en el que las marcas podrán interactuar con los consumidores y en el que podrán ofrecer más contenidos. Pero ¿cómo hacerlo? Las marcas no pueden quedarse con los contenidos de siempre y los que ya están ofreciendo en otros dispositivos, sino que tendrán que cambiar el discurso y, sobre todo, el modelo de acercamiento a los consumidores. Si se va a intentar seducirlos empleando una nevera inteligente, habrá que buscar qué es lo que esa nevera inteligente puede soportar y puede ofrecer como elemento añadido al consumidor.

Como apuntan en un análisis en The Guardian en el que analizan cómo debe ser la estrategia de contenidos para el internet de las cosas y por los puntos por los que las marcas deberían decantarse, las empresas tendrán que ofrecer contenidos relevantes en los contextos oportunos.

Con la experiencia por delante

En el internet de las cosas no importa solo el dispositivo sino también los hábitos de uso o el contexto en el que se encuentra ese terminal. No es lo mismo una nevera inteligente que un wearable que nos acompañará mientras corremos en el exterior. Los responsables de crear una estrategia de contenidos tendrán que tener estas realidades muy en cuenta y tendrán que no solo adaptar los contenidos a estos terminales sino también pensar en qué es lo que los consumidores podrán necesitar en ese escenario. ¿Cómo debe adaptarse la experiencia de uso al nuevo espacio?

Las posibilidades son muchas y todas deben centrarse en establecer un valor añadido en esa experiencia de uso concreta. Por ejemplo, apuntan en el análisis, las luces de una habitación pueden cambiar o parpadear cuando se recibe un contenido que es realmente relevante.

Antes de lanzarse a crear contenido, antes de pensar en cómo esto se convertirá en cuestiones de éxito, hay que pensar en cómo se creará esa experiencia de uso.

El contenido debe ser muy innovador

No tiene ningún sentido emplear un espacio nuevo para seguir ofreciendo lo mismo que se ofrecía en otros terminales, especialmente cuando el nuevo soporte ofrece tantas posibilidades y despierta tantas expectativas por parte de los consumidores. Seguir pegados a lo de siempre genera frustración y descontento entre los usuarios y no logrará atrapar al consumidor.

En contenido, por tanto, debe ser innovador en el terreno del internet de las cosas. Debe apostar por enriquecer la vida de los consumidores y ofrecerles una experiencia atractiva, con claro valor añadido, que aporte algo que los consumidores sientan que quieren. Al fin y al cabo, como señalan en el análisis, nadie quiere que sus caros frigoríficos smart se llenen de anuncios. Solo responderán (bien) a la marca si esta es capaz de ofrecer un contenido que valga la pena.

Además, el internet de las cosas abre una nueva puerta al mercado del marketing de contenidos y es que permitirá crear experiencias mucho más conectadas, en lo que todo lo que haga la marca online esté orientado a un mismo fin.

Las experiencias tienen que ser el final... el principio la información sobre el consumidor

Y, finalmente, cuando ya se tiene claro cómo construir el contenido y cómo ofrecerlo, es muy importante entender el tipo de contenido que se debe ofrecer en este soporte. ¿Qué es lo que los consumidores amarán y cómo se debe hacer ese contenido?

La recomendación del análisis es empezar a construir los contenidos partiendo de los datos. El internet de las cosas permite acceder a un flujo de información en tiempo real constante y, por tanto, entender en cada momento qué es lo que está sucediendo y qué es lo que quieren los consumidores. De ahí tiene que partir el contenido.

Pero los datos no deben funcionar como un límite o como un objetivo por si solos: los datos son la llave de entrada, pero no la única cuestión para crear una experiencia. Para ello, hay que tener en cuenta lo que la gente desea y construir una experiencia acorde con ello.

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