Artículo Negocios y Empresas

Brexit ¿Cómo podría afectar a las empresas y marcas?

Starbucks podría ser una de las grandes perjudicadas por la salida de Reino Unido de la UE

Por Redacción - 27 Junio 2016

Una de las noticias internacionales de los últimos días ha sido, sin duda, la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Los británicos votaban hace apenas unos días en referéndum sobre su presencia en la unión y, para sorpresa de muchos, el sí a la salida fue la opción ganadora. Como recogen ahora mismo todos los periódicos, la salida ganó con un 52% de los votos, lo que ha hecho ya que se desplome la libra esterlina (está en valores que no alcanzaba desde los años 80), los analistas se han lanzado a especular con lo que ocurrirá y, por supuesto, se han creado ya unos cuantos trending topics.

Aunque de partida la cuestión de la salida del Reino Unido es política, las implicaciones que tendrá este movimiento llegarán a muchos más ámbitos y modificarán muchas más cuestiones. Uno de los terrenos que se verán afectados por la decisión será el de las marcas, que verán como acabará cambiando el terreno de juego y cómo las cosas se ven modificadas por la decisión de Reino Unido. Ahora mismo, los analistas están aún digiriendo la salida y analizando las implicaciones políticas, pero tomar los análisis previos permite recuperar lo que adelantaban que pasaría si Reino Unido dejaba la UE. Los cambios no solo afectarán a las marcas británicas sino que tendrán un efecto mucho más amplio.

Al fin y al cabo, la Unión Europea es una de las llaves para crear un mercado transfronterizo en un momento en el que las compañías están más obsesionadas con el tema porque los consumidores son también cada vez más transfronterizos en sus compras. La red ha hecho que no existan fronteras (al menos desde el punto del consumo) y los consumidores están cada vez más lanzados a comprar en cualquier lugar. Crear más fronteras no parece por tanto de entrada lo más favorable.

De hecho, hay quien predecía antes del referéndum que la salida de Reino Unido de la UE le haría perder a los consumidores de ecommerce del resto de la UE y que haría que las marcas que están operando desde esos países tuviesen una posición de ventaja. No solo se trataría de perder a unos consumidores, apuntaban (aunque habría que sumar que Reino Unido es ahora el mercado de ecommerce más grande de Europa), sino también el amparo de la propia UE, que ha hecho bastantes esfuerzos para dinamizar el mercado online europeo y para eliminar las barreras entre mercados a la hora de crear comercio online. Londres podría perder así su posición dominante como el Silicon Valley europeo.

El ecommerce se vería obligado a establecer nuevos gravámenes (desde Reino Unido a Europa y a la inversa) y, como apuntan en Les Echos, tendrían que pasar la aduana y pagar impuestos que ahora no se pagan, aumentarían los costes y se complicarían las compras. Ya no sería tan fácil como ahora. A todo ello se sumaría que ahora mismo las normas de comercio electrónico y de internet están bastante armonizadas en toda Europa, lo que simplifica el vender a varios países en el territorio. Esto dejaría de suceder, a menos que Reino Unido logre cerrar algún acuerdo como el de Noruega (que no está en la UE pero sí en el Espacio Económico Europeo) para simplificar las cosas.

Las grandes multinacionales

Pero el Brexit no solo podría poner en peligro las posiciones de Reino Unido con respecto al ecommerce y a internet, sino que también hay quien cree que podría afectar a las grandes marcas, que han usado muchas veces a Reino Unido como plataforma de entrada a Europa. Un análisis indicaba, por ejemplo, que Starbucks podría ser una de las grandes perjudicadas por la salida de Reino Unido de la UE. La compañía vería desestabilizada su estrategia de crecimiento para el verano, como apunta un analista en The Street, ya que crearía un punto de tensión que antes no existía en un momento en el que está tomando decisiones difíciles.

En general, las marcas deben temer, como creen los analistas, que la decisión cree incertidumbre y que, de ese modo, se reduzca el consumo. Para las marcas británicas se suma, además, el hecho que el desplome de la libra les afectará en sus líneas de negocio. Las firmas británicas de lujo, por ejemplo, ya temían el impacto que podría tener para ellas la salida de la UE, que se convertiría en una oportunidad de oro para las firmas francesas e italianas del sector para robarles mercado.

La industria publicitaria, por su parte, no tiene muy claro lo que sucederá, aunque algunos de sus directivos ya se han mostrado bastante descontentos con el resultado de la votación.

Consecuencias que tendría el Brexit sobre el comercio online en España

Trusted Shops también explicaba hace unos días cuáles serían las consecuencias del Brexit para las transacciones transfronterizas entre España y Reino Unido

"El Brexit puede suponer un salto hacia atrás para el comercio electrónico en Europa. Gran Bretaña forma parte de los mercados más fuertes de la UE, y con la llegada del Brexit, una importante parte del mercado interior podría desaparecer", señala Rafael Gómez-Lus, Experto Legal de Trusted Shops en España.

Los británicos seguirán siendo miembros de la UE durante un tiempo, pero los comerciantes online deberán adaptarse a esta nueva situación. El Brexit supondría un trato propio de tercer país para Reino Unido. Además, con la pérdida de su acceso sin restricciones a la UE, Reino Unido perdería a sus principales socios comerciales: China y EEUU, pero el Brexit esconde otros peligros y consecuencias para el comercio electrónico en España:

1.- Impuestos de aduanas e impuesto sobre el valor añadido sobre la importación

Una de las consecuencias del Brexit sería los impuestos de aduana. Los clientes de comercios españoles que vivan en Gran Bretaña tendrían que pagar impuestos de aduanas e impuesto sobre el valor añadido sobre la importación por las compras realizadas en España. Esto significa que las compras transfronterizas serán más caras, por lo que serán menos atractivas para los clientes de Reino Unido, y en caso inverso sucede lo mismo. Además la burocracia se complicaría.

2. Costes de exportación elevados

En el caso de los pequeños y medianos comercios les podría resultar difícil soportar los costes, ya que no les resultará tan fácil como a las grandes empresas el desarrollar cooperaciones estratégicas bilaterales y cooperaciones en el ámbito de la distribución.

3. Problemas relacionados con la protección de datos

En cuanto a la protección de datos también se consideraría a Reino Unido como tercer país. Apenas habrá cambios notables en lo referente a la transferencia de datos a los proveedores de servicios británicos, puesto que no cabe esperar que el Reino Unido pase a formar parte de la lista de países «seguros». A estos países se les aplican, conforme a las normas de la UE, las de un nivel adecuado de normas relativas a la protección de datos, por eso la transferencia de datos se tratará como un intercambio dentro de la UE. Pero esto es algo que tampoco se considera seguro.

4. Repercusiones sobre la legislación

Los ámbitos legislativos que afectan a las tiendas online se han armonizado actualmente en gran parte. Con la Directiva sobre derechos de los consumidores acaban de unificarse los derechos de los consumidores lo más posible. También se ha armonizado totalmente el derecho de la competencia.

Armonización también significa siempre jurisdicción del Tribunal de Justicia. En caso de salida, con el correspondiente acuerdo, los tribunales británicos no tendrían que orientarse por las sentencias del TJE. Esto podría, con el tiempo, ocasionar divergencias en cuanto a la interpretación de normas armonizadas, así como de la legislación futura. No se puede excluir una modificación drástica, ya que hasta la fecha el Reino Unido, en la mayoría de los casos, apenas ha hecho uso del margen de flexibilidad en la aplicación de las normativas relevantes para el comercio electrónico.

5. ¿Qué tienen que hacer los comerciantes españoles?

Se estipula un plazo de dos años como «plazo de preaviso de extinción de contrato». Durante este tiempo deberían llevarse a cabo negociaciones sobre el acuerdo de salida. El resultado de esta negociación determinará qué repercusiones concretas podría tener el Brexit tanto para el Reino Unido, como para la UE. Los comerciantes deberían realizar un seguimiento minucioso de los las negociaciones entre la UE y Gran Bretaña y aprovechar este tiempo para analizar el papel del mercado del Reino Unido para su negocio. ¿Qué vende usted? ¿Cuál es su volumen de negocios en el Reino Unido? ¿Es un mercado que vale la pena para usted y estaría dispuesto a asumir los nuevos obstáculos burocráticos y los costes administrativos?

6. ¿Con qué se encontrará el consumidor?

En el peor de los casos desaparecerían completamente todos los privilegios que el mercado interior europeo ofrece. En este caso, cuando un consumidor español compre en una tienda online británica por un valor superior a 22 euros, se aplicará el impuesto sobre el valor añadido sobre la importación del 21%. Si el consumidor realiza un pedido por un valor superior a 150 euros, tendrá que pagar tanto impuestos sobre el valor añadido sobre la importación como aranceles. Además, se podría dar el caso de que algunos productos no se puedan comprar ya que solo pueden comercializarse legalmente en la UE cuando llevan la declaración CE de conformidad.

En el mejor de los casos, tras el Brexit, la UE y el Reino Unido podrían contraen una especie de acuerdo de libre comercio produciéndose una adhesión al Espacio Económico Europeo, como es el caso de Noruega. Esto quiere decir que Reino Unido debería armonizar la legislación en el marco de la libre circulación de personas, mercancías, servicios y capital y reconocer la soberanía de la legislación europea en estos ámbitos legislativos. En tal caso se mantendrían las ventajas del mercado interior comunitario, salvo algunas excepciones.

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