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Por qué el prime time en España está en una profunda crisis

Los servicios VoD han crecido como la espuma en los últimos tiempos en todo el mundo y también lo están haciendo en España.

Por Redacción - 5 Febrero 2018

El pasado lunes, Operación Triunfo, el programa de masas que TVE ha resucitado con gran éxito este año, emitió la gala en la que iban a escoger la canción que irá a Eurovisión desde España. La emisión hizo que la gala llamase la atención de la comunidad de eurofans y que desde fuera de España se fijasen en ella.

¿Cuál fue de entrada la conclusión dominante entre estos espectadores de fuera? Se podría decir que, viendo la selección de opiniones que publicaron algunos medios, lo que impresionó más que nada fue la hora a la empezaba la gala y la hora a la que terminaba. Porque las tres largas horas programadas (al menos sin pausa publicitaria de por medio por ser la televisión pública) arrancaban a las 22.30, en plena noche y en el momento en el que en la que en el resto de Europa la tele lleva ya un buen rato en sus horarios de máxima audiencia.

Y es que lo que posiblemente no sabían esos espectadores abrumados por la hora de arranque era que no era tan tarde. El prime time en España arranca tarde y lo hace además cada vez a una hora todavía más tardía.

De hecho, hace unos años, ya España tenía el prime time más tarde de Europa, empezando a las 22/22.40 horas mientras en Alemania lo hacía a las 20 horas, en Francia a las 19 y en Portugal a las 20.30, lo que se veía como una de las causas claras de los problemas de horarios. Si se querían ver las emisiones de la tele, no quedaba más remedio que trasnochar hasta las tantas de la madrugada, incluso en programas que en teoría estaban orientados para el público escolar.

Un par de años después, el prime time no solo no se ha adelantado, sino que continúa en su momento tardío, incluso con programas con mucho engagement que además se emiten en días complicados, como puede ser la noche del lunes y el ya citado OT. Si no se ve el programa, es más que probable que se conozca a alguien o se tenga a algún compañero de trabajo que el martes tiene un aspecto más adormecido y necesita más tazas de café porque se quedó hasta el punto final.

Pero lo cierto es que, aunque el prime time no ha cambiado y aunque algunos programas con mucho tirón siguen obligando a los espectadores a quedarse a las tantas, la cuestión ya no es exactamente igual que era hace dos años. Los espectadores españoles siguen siendo muy críticos con el horario de las emisiones pero ahora también han empezado a cambiar sus hábitos de consumo en televisión.

El prime time ha perdido un tercio de su audiencia

Como recuerdan en un análisis sobre la cuestión, hace solo un año el éxito de espectadores estaba en lograr 3 millones y medio de audiencia y rozar los picos de 4. Ahora la audiencia de éxito está entre los 2 y los 2,5 millones y bajar de 2 millones ya no implica la cancelación, como en el pasado. De hecho, según las estimaciones que hacen en Innovación Audiovisual, el primer time habría perdido un tercio de su audiencia.

A eso se suma que no solo han bajado las audiencias en estos momentos de pico, sino que la televisión ha ido perdiendo minutos de consumo televisivo en los últimos años. En 2015 se registró el mínimo en consumo de minutos de televisión.

El prime time está, por tanto, en crisis y está perdiendo audiencia, algo a lo que no ayuda tampoco el boom del consumo bajo demanda de contenidos. Los servicios VoD han crecido como la espuma en los últimos tiempos en todo el mundo y también lo están haciendo en España. Y si se pregunta a un usuario cualquiera de estas plataformas por qué las emplea posiblemente acabe señalando de forma destacada una cuestión: pueden ver los contenidos bajo demanda.

72 minutos de retraso en 25 años

Mientras esto ocurre, la televisión no está haciendo mucha autocrítica y los anunciantes no parecen estar procesando el cambio. Las cadenas de televisión tradicionales ni siquiera tienen estrategias potentes en VoD, dejando que los nuevos jugadores como Netflix o HBO, pero también plataformas con Movistar con su sistema de pago se estén repartiendo ampliamente esa tarta. La tele, como electrodoméstico, ha dejado de ser el espacio en el que se ve la tele, como medio de comunicación, y sí cada vez más en el que se ven contenidos bajo demanda.

El lastre del prime time no es además nada que no se pueda realmente cambiar, ya que en el pasado - y a pesar de que todo arrancaba ya un poco más tarde que en el resto de Europa - el desfase horario no era tan elevado. En los 90, las series de moda empezaban a las 21.30. Como demostró hace unos meses un análisis, en 25 años el arranque del prime time se ha retrasado en 72 minutos.

Si a eso se suma que las televisiones en España se siguen empeñando en hacer series con capítulos larguísimos en los que meter muchísimas tramas, se puede comprender el problema mucho mejor. No es solo que empiecen más tarde, es que acabarán terminando más tarde también porque las emisiones son más largas que las que se pueden encontrar en Estados Unidos o - incluso - Reino Unido.

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